CHICOTE, no podía ser otro

CON LO QUE TE VOY A DAR TE PONDRÁS A VIVIR, A REIR, A AMAR, A LUCHAR Y A VENCER... ¡TRAEDME EL VERMUT! Perico Chicote, 1936
Por fín, mi estreno en el blog!!! y no podía ser de otra manera que rindiendo homenaje a nuestro querido CHICOTE, centro canalla de nuestras post-cenas, sitio donde nos envuelve la magia y donde nos entregamos a nuestras tranquilas conversaciones mientras degustamos nuestra copa y preparamos la noche...
Una puerta giratoria, la misma que se instaló el día de su inauguración en 1931, recibe al cliente en pleno siglo XXI. Esto dice mucho de lo que se puede encontrar en el interior de MUSEO CHICOTE, algo que le ha servido para ser distinguido con el Premio MTV al Mejor Bar Europeo de 2004. Al galardón han ayudado los votos de los espectadores de la cadena de televisión, muchos de ellos a buen seguro, conocen la esencia de este local en la vida madrileña desde que comenzó, al tiempo que saben del nuevo ‘look’ del mítico espacio, que desde hace unos años programa sesiones de dj’s. La decoración ‘art decó’ ha permanecido intacta, puesto que está protegida por ley. Muebles de madera, sillas de metal cromado, sillones de cuero, percheros metálicos en las paredes y diversos espejos decoran aún el local como entonces.
Conozcamos a PERICO CHICOTE – EL MITO
Pedro Chicote comenzó su labor profesional en Madrid trabajando como camarero en el Hotel Ritz y después se encargó del bar que estaba en el Palacio de Hielo, que en los años 20 se encontraba detrás del Hotel Palace. Perico, como todos conocían a este madrileño nacido en la calle del Limón en 1899, sabía que lo suyo era el negocio de la hostelería. Tenía don de gentes, fue un relaciones públicas único en su época. La magia de Pedro también venía de su habilidad para los cócteles. En aquella época era todo un virtuoso de la margarita, el mojito o la ginebra compuesta. Incluso ideó el cóctel Chicote, a base de ginebra y vermut rojo, un combinado que sigue siendo hoy el más solicitado. Perico llegó a coleccionar más de 18.000 botellas, donde reinaban, por encima de todo, los licores más extraños y diversos que se pudieran imaginar, hasta el punto de que más de uno de los famosos que pasó por el local pidió como regalo alguna de las botellas. Sólo uno, Alexander Fleming, pudo hacerse, en los 46 años que Pedro regentó el bar, con un botella de whisky de una marca ya desaparecida. El padre de la penicilina debió de sentirse muy orgulloso, más si llegó a sus oídos la historia de que Sofía Loren pidió a Chicote una botella que estaba inspirada en la cara de la actriz, pero no hubo manera, y el madrileño dio el no por respuesta y no sucumbió a la petición de la bella italiana.
HOLLYWOOD, ESTRELLAS, GLAMOUR Y ANECDOTAS
Según se accede al local, las paredes están repletas de decenas de fotografías, todas en blanco y negro, de algunos de los personajes más destacados que han atravesado la puerta giratoria y se han acercado a tomar un cóctel. La lista que pueden encabezar Ava Gardner, Frank Sinatra, Lana Turner, Gary Cooper, Orson Wells, Yul Brynner o Ernest Hemingway se hace interminable.Pero no todo ha sido glamour y exquisitez. Hay que pensar que el bar nace en 1931 y que unos años después, entre 1936 y 1939, España sufrió una Guerra Civil, luego se instauró el régimen franquista hasta 1975 y la sociedad española atravesó complicados y difíciles momentos. Ahí aparece este bar como un espacio para el estraperlo y donde funciona el mercado negro de la penicilina.
Dentro de las dificultades sociales del momento, el Chicote pudo sobrevivir y mantenerse con buena salud entre la precariedad económica de algunos y el mundo de los famosos y las fiestas. El mérito fue sin duda de Perico, que supo establecer el equilibrio perfecto. La fiesta continúa entre cócteles, fotografías sillas y mesas de madera y una gran barra que ha visto y escuchado muchas historias y escenas de la vida madrileña, pero que sigue callando los secretos y las conversaciones que ha presenciado, y lo seguirá haciendo por muchos años.
NUEVOS TIEMPOS
Mantener el interés e innovarse dentro del corsé que supone el espacio y la decoración protegida es una de las máximas del local desde 2001. En esta fecha asumió la responsabilidad de la dirección un nuevo equipo comandado por Pedro Serrano y Alexis Rojas responsables del renacimiento de Chicote en pleno siglo XXI, después de quedar estancado en el último tramo del siglo XX desde que en 1977 falleciera el mítico Pedro Chicote.De momento, las noches han vuelto a recobrar el glamour de antaño y los famosos siguen llegando al número 12 de la Gran Vía. Hoy pueden ser Robert de Niro, Hugh Grant o Tim Robbins quienes pasen por el local cuando se encuentran en Madrid presentando una película. Mientras, entre los nacionales, destacan Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Julio Medem, Paz Vega, Alaska o Rafael Amargo, a los que de nuevo hay que añadir un largo etcétera de famosos. Desde medianoche, la música sube y las luces cobran un tono discotequero y colorista. Los platos de la mesa de mezclas comienzan a trabajar a toda máquina mientras en la pequeña cabina se sucede la genialidad de los mejores del momento en el mundo de los dj’s.
Mientras, entre tanta música del siglo XXI, el alma de Perico Chicote sigue vigente en los cócteles, con gran acierto, el local ha sabido mezclar ambos aspectos. Los tiempos han cambiado pero las celebridades y la vanguardia musical que se vive en este momento conviven en el bar con toda la esencia de siempre
No creo que se encuentre un ambiente mejor que en Chicote...
Escucha el mejor LOUNGE pinchado por Sandro Bianchi. Museo Chicote lanza en colaboración con Subterfuge Records el primer disco de una serie denominada Red Lounge. El primer volumen no podría llamarse de otra manera que “Cocktails”. Compuesto, producido e interpretado por uno de los DJ´s nacionales más importantes, además de asiduo en la cabina del local, Sandro Bianchi con la colaboración de Vinz Vincenzo. Juntos han conseguido crear la banda sonora perfecta para acompañar la degustación de cada uno de esos cócteles que dan nombre a esos 12 temas que componen el álbum, con títulos tan sugerentes como “Red Pasión”, “French Kiss” o “Sweet euphoria”, pero quizás el que pueda sorprender más en un primer momento sea el denominado, “Alaska soft”, que no es sino una versión del “¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?” de Alaska y Dinarama, revisitada en clave de bossa nova con un resultado absolutamente increíble.
1 comentarios:
Viva er Chicote...Enhorabuena David!!! estupenda manera de comenzar!!!
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