viernes, febrero 10, 2006

paraules d'amor



Como todas las noches, Ricard se terminó la cena casi sin dirigir la palabra a su mujer, lentamente dejó el plato de sopa en el fregadero y se limpió las gafas...."¿Vas a salir esta noche también?"pregunto ella. "Claro, como siempre, ya sabes que tenemos partida"...

Ricard avanzó por el pasillo lúgubre de la casa de su suegra, lamentando por enésima vez de no haber tenido una vida mejor, su sueldo de funcionario de correos tampoco le permitía tener grandes lujos, pero eso sí, hubiera preferido mil veces poder haber tenido su propia casa con su mujer, que tener que vivir con ese sentimiento de provisionalidad en casa de su suegra...mientras se ponía la camisa limpia...oyó a lo lejos la voz de su suegra que hablaba con su hija ...."Ricard es un vago y no te quiere...encima le consientes que todas las noches se vaya al bar y vuelva de madrugada", deseó oir la voz de Pilar rebatiendo a su madre...pero un amargo silencio continuó al reproche de Doña Virtudes...terminó de peinarse y se miró en el espejo, a sus 52 años no le iban a cambiar ahora, era feo, mediocre y lo sabia...

Bajo a la calle, todavía en el pueblo se respiraban los últimos coletazos del verano, y la gente se mostraba todavia feliz...se asomo desde el ventanal del Bar, y vió como todas las noches a Roger, a Pau y los demás jugando las eternas partidas...él hacia demasiado tiempo que no se habia sentado en esa mesa...pasar por la puerta era como exorcizar la mentira a la que sometía a su mujer...mirar durante unos minutos como jugaban le hacia parecer a sus ojos más pequeño el engaño.

Cogío su pequeño renault y se encaminó hacia la autovía, miró el reloj mecánicamente, le quedaban todavia cuarenta minutos de camino y esperó que Lorelen no hubiera empezado ya, odia perderse cada momento...la entrada a Barcelona estaba como siempre atascada, las malditas obras que le hacian cada noche retrasarse. Aparcó el coche como siempre a dos calles, como una precaución estúpida, quién se iba a esperar que él Ricard López estuviera a las once de la noche deambulando por la calle Rocafort...cuando entró por la puerta Quique le sonrió y le dió la bienvenida....Lorelen ya habia empezado sin esperarle, el bar estaba un poco más vacio que de costumbre, sólo la vieja familia de siempre, mientras Ricard se encaminaba hacia el baño, Lorelen le tiró un beso desde la distancia, ...no pudo dejar reparar en la pareja, sentada en el fondo, que se estaba besando como sí no fueran una pareja...al entrar en el baño volvió a encontrarse con su cara enfrentada por el espejo...a sus 52 años no le iban a cambiar ahora, era feo, mediocre y lo sabia...

...Pero cada noche, se sentía el rey de mundo mientras cantaba viejas canciones de amor, pensando en su mujer,... deseaba poder algún día contarle su secreto...hacía más de veinte años que todas las noches, conducía treinta kilómetros para cantar en el bar karaoke, canciones de Sinatra, ...Ricard se ajustó las gafas, mientras en el monitor comenzaban a aparecer las primerar estrofas de "My way"...

Esta historia, me la ha contado al oido una amiga, una noche después de dos bombays con tónica...

...Si vais a Barcelona pasaros por "A viva voz" en la calle Rocafort...seguro que Ricard agradecerá vuestro aplauso..

Yayo Lucas canta canciones de amor

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