martes, marzo 07, 2006

Il pino tumbado...una historia inventada...


Pasearon durante más de una hora..no tenían prisa...de repente ella le miró con una mirada mezcla de ternura y sorpresa, como si compartir ese tiempo con él, no estuviera previsto en ninguno de sus esquemas mentales...él la sonrío y la acercó hacia si con suavidad y la besó en la frente mientras la abrazaba...lentamente se acercaron por el paseo de Positano hasta "il pino tumbado"...él le comenzó a susurrar la leyenda del pino tumbado...

Hace muchos siglos cuando el mar todavia era joven una sirena llamada Partepone, sintiendose derrotada por el bravo Ulises, se arrojó al mar al que siempre habia pertenecido...y murió victima del oleaje y las corrientes, su cadaver llegó a las costas de Campania, y el lugar dónde apareció se erigió un altar sobre el que luego se levantó la ciudad de Nápoles.

Esa es la parte de historia que conoce todo el mundo. Sin embargo lo que casi nadie conoce, es que un muchacho fue el que descubrió el cadaver de la bellisima Partepone, el joven Itocles. Itocles, que nunca vió mujer antes, quedó prendado de la hermosura de la sirena, la abrazó y durante una noche permaneció abrazado en la playa al cadaver. Al llegar el día la devolvió al mar, esperando que el contacto con el agua, devolviera la vitalidad a Partepone.

El joven Itocles nunca superó el dolor de enamorarse de Partepone, y cada tarde durante diez años, caminaba por este mismo camino y se sentaba cerca de lo que ahora estas viendo, el paseo de Positano, mirando con profunda melancolía al mar, esperando que su nunca conocido amor volviera a la vida.

Un día después de mucho tiempo y viendo que la pasion no desapareciá de su corazón, el propio Zeús se apiadó de la tristeza del ya no tan joven Itocles, y lo convirtió en un pino para el que tiempo no le afectara tanto. Ese pino es este mismo que ves y que se curva hacia el mar, esperando algún día Partepone vuelva de las profundidades del mar.

Cuenta una leyenda que circula entre los habitantes de Positano, que las mujeres que se abrazan al pino tumbado, le oyen todavía llorar por Partepone. Si te abrazas al pino tumbado nunca llorarás por un amor perdido.

Al terminar la historia, ella se abrazó a él, un poco porque la fresca brisa del anochecer la habia destemplado, otro poco porque le encantaba que él siempre inventara historias de amor para que ella continuara a su lado...y le besó lentamente mientras las hojas del pino tumbado susurraban el nombre de Partepone...

Lentamente se dieron la vuelta, una mesa con chianti les esperaba...y otro día más, él habia pasado la prueba.


Yayo "Lucca" il trovatore

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