martes, enero 24, 2006

Para enamorar (y V)...con los cuentos...


Las historias de amor...a veces también es fácil tratar de escribir un cuento que sirva para enamorar...o como este caso a lo mejor...

Cuando en el pueblo se oyó la noticia de que Juan Lepewosky volvía, supusimos que volvía para reclamar sus tierras, todo el mundo se sintió con derecho a opinar.

Nunca antes alguna causa habia concitado tanta expectación entre nosotros,en un primer momento ya hubo partidarios de su hermanastra, Malena.

Ella era del pueblo, él se había marchado siendo un niño, ella siempre había ayudado a todos, ella no tenía ese apellido impronunciable, él nunca se había casado, ella ya tenía dos hijos, en fin había muchas diferencias entre ambos...

Malena se miró en el espejo, todavía era guapa, se sentía mujer, la vuelta de Juan le había dado la vida de nuevo, volvería a pelear, volvería a ser la muchacha luchadora de su juventud, buscó en el armario algún vestido que le quitará el aspecto austero con el que se castigaba desde hacía más tiempo del que recordaba...ella se había casado muy joven, quizás demasiado, su marido, un buen partido, como habia dicho su madre, era mayor cuando se casaron, él casi le doblaba la edad...bajó un poco la mirada hasta encontrase con una foto suya de niña, en brazos de su madre, la segunda mujer de Juan Lepewosky padre...

...pero Malena nunca conoció a su padre, cuando su madre conoció a Lepewosky padre ella tenía cuatro años, y su hermanastro Juan era dos años mayor que ella. En cuanto murió Lepewosky, los parientes de Juan se lo llevaron para darle una educación acorde con la posición de la familia Lepewosky, dueña de grandes fábricas en el norte.

Los Lepewosky siempre repudiaron la decisión de casarse con una desconocida que además tenía una hija pequeña. En fin que cuando Juan padre murió, la familia se llevó a Juan hijo que ya era un chico de catorce años, al norte, a la cuna de la familia. Nunca le volvió a ver,¿cuanto tiempo habia pasado?, casi treinta años, y ella se volvía a ver como la niña de entonces...

Esa tarde estaba invitada a la reunión social en casa de la señora de Aguirre , cuatro damas de la alta sociedad de la región, pastas, té, algo de anís y sólo un tema de conversación : Juan Lepewosky y su vuelta.

La señoraAguirre comenzó con su tono cansíno a opinar:

"Malena, tu madre era la albacea, y tu eres la heredera legal, los Lepewosky renunciaron a las tierras al llevarse al hijo, las tierras son tuyas, nada podrá hacer aunquevuelva con mil abogados..."

Malena, sonría entre sorbos de te, las tierras, que poco le importaban las tierras...sus recuerdos, esa noche hace treinta años, Juan y ella, ella y Juan, y una promesa, "Malena, me voy, pero te prometo que algún día volveré por ti..."

...las tierras ¿a quién le importaban las tierras?....

Otro cuento maltratado por Yayo Lucas...

Saludos espumosos desde el Aeropuerto del Trompillo...Bolivia

Yayo Lucas...

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